La polémica y siempre secreta reunión del Grupo Bilderberg inició en Chantilly, Virginia. En la agenda parecen estar los temas de Grecia y la crisis de la Unión Europea, así como la elección presidencial de Estados Unidos.
La reunión anual del Grupo Bilderberg inició el jueves 31 de mayo en el hotel Westfields Marriot de Chantilly, Virgina, a 25 millas de la Casa Blanca. El fin de semana más esperado del año para los conspiracionistas, inició, como suele suceder, con especulación sobre quiénes atenderán la reunión y qué temas se discutirán en la agenda.
Este año el sitio oficial de Bilderberg publicó la lista de los participantes con anticipación, una lista que, si bien antes estaba rodeada de la más sombría secrecía, ahora parece ser una forma de negar públicamente la asistencia de personas que podrían verse comprometidos por participar, como podría ser Barack Obama (quien, de asistir ya como presidente, estaría incluso violando la constitución de su país) o las reinas de Holanda y España, participantes frecuentes de estas reuniones. Desde el año pasado en Suiza se dio a conocer la lista oficial, pero esta prescindió de participantes que luego fueron captados por periodistas cubriendo el cónclave –como Bill Gates. En el 2008, Barack Obama atendió esta reunión de manera secreta, algo que no logró del todo ocultar su secretario de prensa. En este caso no aparece el infaltable David Rockefeller en la lista oficial –aunque se espera su asistencia–; de cualquier forma aparece su operador político Henry Kissinger. Figuran en la lista los más altos directivos de los bancos más importantes del mundo, así como de la Unión Europea. El primer ministro de Alberta ha sido criticado por gastar 18 mil dólares de los contribuyentes para asistira esta reunión.
Las reuniones de los dos últimos años, en España y en Suiza, han hecho que Bilderberg se convierta en un evento de atención mundial, por lo cual este año se cuenta con una seguridad sin precedentes, que al parecer incluye alta tecnología de vigilancia y armas de alto calibre para intimidar a los periodistas (a pocos kilómetros de la reunión se encuentran también las instalaciones de la CIA).
Bilderberg se celebra cada 4 años en Estados Unidos para coincidir con la elección de ese país. Se cree que este grupo, instrumental en la formación de la Unión Europea, tiene una fuerte injerencia en la selección de los candidatos y los resultados electorales, al menos esto es lo que se confabula –si no adentro– en las afueras por los periodistas conspiranoicos como el famoso Alex Jones, quien al parecer es persona non grata en la periferia de la reunión. Se dice que este club de potentados –políticos y empresarios– elegirá esta vez al compañero de fórmula de Mitt Romney.
El periodista y comediante de The Guardian, Charlie Skelton –quien fuera seleccionado hace algunos años para cubrir esta reunión apelando a ridiculizar a las teorías de la conspiracion, pero que se tornara él mismo conspiracionista hilarante– cree que uno de los temas en la mesa será qué hacer con la crisis económica que arrastra a la Unión Europea:
Además de la presidencia de Estados Unidos, el gran debate de Bilderberg 2012 será: ¿qué en Hades hacer con Grecia? El proyecto más grande de Bildebreg es la zona europea, pero últimamente parece estar desbarráncandose. ¿Qué se debe hacer?
En el sitio Infowars.com de Alex Jones se dice que Bilderberg planea (ahora sí) implementar un impuesto global a los combustibles fósiles (habría que decir que para la teoría de la conspiración convencional el calentamiento global, o al menos calentamiento global antropogénico, es una enorme farsa orientada a aumentar el miedo de la población conforme al plan de un nuevo orden mundial).
Sin embargo, hay que hacer un poco de memoria. Recordemos que según periodistas como Alex Jones o Jim Tucker, el plan de los Bilderberg en reuniones pasadas era ocasionar una guerra contra Irán (o incluso una Tercera Guerra Mundial), propiciar la caída del dólar para crear una moneda única global y ese mismo impuesto al carbono. Así que tal vez los Bilderberg no sean tan poderosos como parecen –o quizás haya fuerzas opositoras (el conspiracionista new age recalcitrante tal vez creerá que se debe a la injerencia luminosa de los extraterrestres de la Federación Galáctica que misteriosamente se oponen a las fuerzas oscuras). Otra posibillidad dentro de esta perenne especulación es que los mismos periodistas alternativos que cubren las reuniones (sin poder penetrarlas; sólo periodistas de The Economist o medios de la élite mainstream son invitados) sean dobles agentes y busquen radicalizar la información para que parezca poco creíble, trabajando para aquellos que que dicen desenmascarar.
Este año el movimiento Occupy ha llegado a la zona donde se réune el Club Bilderber, naturalmente manifestándose en contra del 1% (aunque esta vez es contra el 0.1%). Se puede seguir un streaming en vivo de las protestas en las afueras del hotel Westfields Marriot y se esperan numerosas manifestaciones políticas y culturales. El movimiento Occupy se quejó de que “nuestra democracia representa nuestras corporaciones en lugar de a las personas”. Skelton escribe: “Lo que Bilderberg representa es el hecho de que nuestra democracia es nuestras corporaciones”.