miércoles, 13 de junio de 2012

Científicos perplejos ante gemelas que parecen compartir la misma conciencia



Las gemelas Hogan presentan un puente talámico entre cerebros que nunca había sido observado y a través del cual parecen compartir sensaciones y quizás hasta una misma mente



Se ha especulado desde hace algunos años hasta qué punto los gemelos siameses están conectados: no sólo fisiológicamente, sino mentalmente.  El caso más sobresaliente probablemente sea el de Krista y Tatiana Hogan, gemelos crianopagus (unidos cranealmente). Estas niñas de 5 años de British Columbia están interconectadas por un “puente talámico” que nunca antes había sido visto.

La rareza de la anatomía de las gemelas Hogan va más allá del 1 en 2.5 millones  de prbabilidad de que ocurra su condición (de esos 2.5 millones son aún menos los que logran sobrevivir los meses posteriores al nacimiento). Resonancias magnéticas muestran una línea conductora entre sus cerebros que conecta el tálamo cererbral, una región que funciona como un tablero de control, un órgano de dos lóbulos que filtra la mayor parte de los impulsos sensoriales.

En un estudio realizado, no publicado, pero que ha sido indagado por la reportera Susan Dominus del New York Times, se expuso a una de las gemelas a un  estímulo de una luz estroboscópica, mientras la otra era vendada de tal forma que sus ojos no pudieran percibir la luz. Ambos cerebros se encendieron en la misma región, responsable del procesamiento estímulos visuales.

La familia Hogan tiene numerosas historias en este sentido. Por ejemplo cuando una de las niñas mantiene su rostro alejada de la televisión, y la otra mira la pantalla, la que no mira el televisor se ríe de las imágenes que pasan delante de los ojos de su hermana.  O, por ejemplo, a Krista le gusta la ketchup, y a Tatiana no,  algo que la familia descubrió cuando Tatiana intentaba deshacerse de este condimento de su lengua, aun cuando no estaba comiéndolo.

Las niñas usan la palabra “Yo” de manera intercambiable, algunas veces para referirse a sí mismas como individuos y otras como una unidad colectiva. Muchas veces se comportan como una unidad, a veces se levantan simultáneamente y una toma un vaso de agua para dárselo hacia la otra, como si telepáticamente hubiera percibido el deseo de su hermana de tomar agua.

Diferentes médicos han manifestado que la estructura cerebral de las gemelas Hogan es asombrosamente inédita, y que presenta un caso convincente en el sentido de que tal vez no sólo compartan estímulos sensoriales, sino también una forma de con-ciencia. Este interés ha hecho que una productora busque realizar un reality show sobre las gemelas y su familia.

Tan asombroso como su posible bi-unidad, y su conciencia compartida, es el hecho de su diferencia, de que también mantienen una individualidad y una separación (la cual por momento se disuelve, según la reportera del New York Times, especialmente cuando se duermen y sus expersiones parecen fusionarse, ¿acaso sueñan que son una sola?). Dice Susan Dominus sobre su firma de beber agua:  ”¿Experimenta Tatiana de alguna forma la sensación básica de sed de su hermana, pero reconoce que surge desde fuera? ¿O la petición del agua es susurrada de forma inaudible e incomprensible, excepto para su hermana que está tan íntimamente conectada?”.

Este fascinante caso nos hace reflexionar sobre la naturaleza de la conciencia, y la posibilidad de que, unidos por el hardware cerebral o por el software cultural, ¿acaso no todos compartimos conciencia, un fénomeno psíquico que es por definición colectivo?

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