lunes, 25 de julio de 2011

SIRIA UN PAIS REPRIMIDO, UN PAIS TORTURADO

Ibrahim (nombre ficticio), albañil de 31 años, fue disparado por las fuerzas de seguridad sirias mientras participaba en una manifestación el pasado 3 de junio en la ciudad siria de Jebel al-Zawyah. Como él, miles de personas salieron a la calle a protestar pacíficamente ese día, pero el ejercito abrió fuego contra la multitud e Ibrahim cayó herido en el suelo. Luego, las fuerzas de seguridad se lo llevaron a un edificio cercano: “Me preguntaron: ¿quién es tu Dios? Alá, contesté. No, tu Dios es Bashar, me gritaron. Entonces me golpearon por detrás de la cabeza y perdí el conocimiento. Me desperté entre unos árboles y alguien me trajo al hospital”. Después de su liberación, Ibrahim llegó a Turquía, donde está siendo tratado de su herida mientras se pregunta: ¿Por qué calla el mundo? ¿Por qué nos dejan solos?


Ibrahim tuvo suerte. Desde que comenzaron las protestas, en Siria han muerto más de 1100 personas a manos de las fuerzas de seguridad. Se ha detenido a miles, y muchos permanecen recluidos en régimen de incomunicación. Los que consiguen huir, tratan de escapar a Turquía, en cuyas fronteras se encuentran atrapadas más de 7.000 personas solo en la provincia de Hatay, según las autoridades turcas. La realidad es que podrían ser muchas más; hasta 10.000 personas se agrupan en la frontera siria, esperando poder regresar a sus hogares o cruzar a Turquía.
Mientras miles de personas tratan de abandonar el país, las que permanecen en Siria continúan bajo la represión del presidente Bashar al-Assad. Especialmente preocupante es la muerte de varios menores de edad que participaban en manifestaciones. En los últimos días han salido a la luz grabaciones en vídeo de dos nuevos casos de adolescentes muertos tras sufrir palizas y heridas de bala. Es el caso de Thamer al Sahri, de 15 años, cuyo cadáver fue devuelto a su familia después de más de diez días desaparecido. En el cuerpo de Thamer se aprecian heridas de bala y la falta de un ojo y varios dientes. Según los informes, también tenía fracturado el cuello y una pierna.
Las manifestaciones para exigir reformas en Siria comenzaron en febrero de 2010 y desde mediados de marzo las fuerzas de seguridad sirias han llevado a cabo una campaña de violencia contra los manifestantes. Más de 1100 personas han muerto, incluidos más de 80 menores de edad. Se ha detenido a miles de personas, muchas de las cuales permanecen recluidas en régimen de incomunicación, bajo grave riesgo de ser torturados.
Es hora de que las autoridades sirias detengan esta sangrienta represión y que se investiguen las violaciones de derechos humanos cometidas, incluidos los asesinatos de manifestantes y las torturas de detenidos, especialmente en el caso de menores de edad.
Visita la web de amnistía internacional y podrás colaborar rellenando unos simples datos para que manden un email en tu nombre a las autoridades sirias a través de la embajada.

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