La firma C. I. Goldex abrió el primer banco para su comercialización en Medellín.
En medio de la oscuridad bursátil que atraviesa el mundo, el brillo del oro se ha convertido en faro de las economías. Mientras las bolsas se han desplomado a lo largo del mundo, el precio del metal se ha incrementado en un 503% en los últimos 11 años.
Si bien Colombia ha resistido los embates de la crisis, no escapa al voraz apetito de las multinacionales mineras por el metal, que en ‘manada’ han llegado al país, atraídos por un boom minero que nos remonta a la época de El Dorado”.
Mientras que en la zona minera de Antioquia, en los municipios de Segovia, Remedios, Amalfi y El Bagre los mineros atesoran las pepitas de oro para ir al mercado el fin de semana y venderlas al mejor postor, en el recinto de exposiciones Centro Mayor de Medellín una nube de empresarios, académicos, mineros y miembros del Gobierno intercambian sus ideas sobre la locomotora minera, la cual aún no ha podido despegar en forma, pese a que en el país existe toda la energía necesaria para moverla.
Este escenario se convirtió en el lugar ideal para que John Húber Hernández, propietario de una de las comercializadoras y fundidoras de metales más grandes de país, C. I. Goldex S. A., le presentara al mundo minero el Banco de Oro (BDO), primer establecimiento financiero para la comercialización del metal.
Si bien Colombia ha resistido los embates de la crisis, no escapa al voraz apetito de las multinacionales mineras por el metal, que en ‘manada’ han llegado al país, atraídos por un boom minero que nos remonta a la época de El Dorado”.
Mientras que en la zona minera de Antioquia, en los municipios de Segovia, Remedios, Amalfi y El Bagre los mineros atesoran las pepitas de oro para ir al mercado el fin de semana y venderlas al mejor postor, en el recinto de exposiciones Centro Mayor de Medellín una nube de empresarios, académicos, mineros y miembros del Gobierno intercambian sus ideas sobre la locomotora minera, la cual aún no ha podido despegar en forma, pese a que en el país existe toda la energía necesaria para moverla.
Este escenario se convirtió en el lugar ideal para que John Húber Hernández, propietario de una de las comercializadoras y fundidoras de metales más grandes de país, C. I. Goldex S. A., le presentara al mundo minero el Banco de Oro (BDO), primer establecimiento financiero para la comercialización del metal.
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