Con razón o sin razón, los pueblos del mundo están saliendo a la calle, con indignación e incluso violencia, para tomar la justicia por su mano, para vengarse del sistema, o bien incluso es probable que el mismo sistema use a indignados y desquiciados para justificar futuras represiones policiales.
El caso es que Reino Unido se ha tirado 3 días en llamas por un tiroteo que hubo el sábado. Nos han contado que la trifulca acabó con un muerto, debido a un disparo de la policía. Pero algo tan banal está incendiando un país como Reino unido, lo cual nos parece extraño cuanto menos. Aún no nos hemos enterado cuál es la razón y el detonante de que los vándalos británicos estén a porrazo limpio con escaparates y tiendas.
¿Cómo es posible que unos vándalos con cócteles molotov incendien y destruyan la fábrica de SONY? Vándalos con nivel.
No lo justificamos. Simplemente, denunciamos que no nos han contado la Verdad.
En Chile, los estudiantes también están en ‘pie de guerra’. Unos 60.000 estudiantes universitarios y secundarios, acompañados de padres y profesores, recorrieron este martes de nuevo las calles de Santiago de Chile en vísperas de cumplirse el plazo que dieron al Gobierno para que acepte sus demandas de reforma y mejora del sistema educativo.
El Ejecutivo prohibió dos manifestaciones convocadas el pasado jueves en esa misma avenida, pero ese día los estudiantes desafiaron la restricción y la policía cargó para dispersarles, en una violenta jornada en la que hubo 874 detenidos en todo el país.
En España todos conocemos lo ocurrido con los indignados: represión policial, cierre del centro de la ciudad durante más de 72 horas, detenciones y mucha violencia por parte de la policía. Incluso a periodistas que cubrían el conflicto.
Oriente Medio sigue reclamando la libertad y democracia que anhelan, fijándose en Occidente, y pensando que aquí se vive mejor que allí. Aquí vivimos en una esclavitud con iPhone y televisión en 3D, pero esclavitud al fin y al cabo. Marruecos sigue tensa a pesar de la aprobación del referéndum de constitución nacional. En Libia y Siria, la situación es tensa y violenta.
En Israel, más de 300.000 personas se manifestaron el fin de semana pasado contra el alto coste de la vida.
Los indignados de Israel han distribuido en los campamentos de protesta de todo el país un documento con su propuesta para el cambio social, informaron hoy los medios locales.
Sus principales demandas son minimizar las desigualdades sociales, alterar los principios del sistema económico, bajar el coste de la vida, erradicar el desempleo, imponer control de precios a los productos básicos, atender mejor a la población más débil, aumentar la inversión estatal en educación y salud y seguridad personal y proveer soluciones genuinas a la escasez de vivienda.
También piden la reducción de los impuestos indirectos, el fin de la privatización, el aumento de las ayudas públicas, la disminución del número de alumnos por clase y el aumento de los servicios médicos.
Es tiempo de revolución social. Pero también de revolución interior. Creemos que la violencia no lleva a ningún sitio. Y creemos que este sistema manipula, adoctrina, y esclaviza a las masas del mundo.
Pero la labor del ser humano es despertar, alcanzar la libertad mental y emocional, y así y sólo así conseguiremos, una vez hayamos recuperado nuestro poder, dejar de sostener este estilo de vida, este sistema político y económico, que se alimenta única y exclusivamente de nuestras debilidades.
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