REFLEXIONES SOBRE QUE ES SER UN JOVEN- REALIZADO POR UN JOVEN-
En cuanto a la pregunta que sale en un periódico local sobre lo que significa ser joven y dando una opinión alternativa a la ya tradicional dada por los psicólogos y estudiosos de la “comportamiento juvenil”, yo pienso que ser joven es tener que luchar a diario con los comentarios, los prejuicios, el menosprecio y sobre todo con los ataques represivos y constantes de un sistema capitalista y consumista que busca incesantemente tener el control de todo. También es tener que llevar una carga cuesta arriba a nuestros hombros, porque los dedos hipócritas que nos señalan y nos juzgan sin saber por qué, nos lleva a tener que actuar de tal manera que a sus ojos todo parezca como ellos piensen. Me refiero con esto a que la gente no entiende que para ser feliz en la vida, y para ser una persona generosa con la sociedad, no hay necesidad de llevar a cabo tortuosos estudios, ni ser el más rígido y ortodoxo seguidor de la moral cristiana, ni mucho menos someterse a todo lo que nos expone el consumismo. Tan solo queremos seguir nuestro corazón, tan solo queremos dar rienda suelta a lo que nos apasiona, tan solo queremos explorar nuestro mundo como es en realidad y pensar en la solución a los problemas que carcomen y enferman esta sociedad.
Al parecer la sociedad está programada y mentalizada a creer que todo lo que hacemos nosotros a nuestra edad es malo, que todo es dañino, que todo les afecta los bolsillos, que todo les genera inseguridad. No se han puesto ni siquiera a pensar que todas estas preocupaciones están creadas por el gobierno y la iglesia, que en coalición inherente con los medios de “desinformación” logran hacer creer a las personas que nosotros somos los responsables de muchas de las cosas que suceden en nuestro país. No más piensen, a quien no le genera miedo que en la noticias digan que estamos invadidos por ladrones, raponeros, delincuentes que atracan y hasta matan, pero lo más curioso es que al final de la noticia, tratándolo de hacerlo retumbar como un tambor en nuestra débil mente, nos acusan a nosotros como causantes de todo esto.
En mi análisis considero que todos los jóvenes somos un potente agente de cambio, una fuerza incontenible que bien dirigida lograría cambiar muchas de las injusticias que suceden a diario en nuestro país. Pero lamentablemente las cosas están hechas para que esa fuerza sea aletargada y sepultada. Es fácil darse cuenta que todo va dirigido a que nuestra inteligencia y nuestra capacidad crítica sea amarrada por los lazos del consumismo, las apariencias, la envidia, el egoísmo y muchas cosas que en conjunto garantizan el retroceso de la juventud, y que lleguemos a ser simples marionetas al servicio del consumo. La televisión nos dice que tenemos que comprar, que tenemos que comer, como nos tenemos que vestir, que música tenemos que escuchar, como tenemos que hablar, en que debemos creer. Quien diga que un joven no piensa es un gran mentiroso. Si lo hace, pero lo hace en cosas vanas como las anteriormente dichas. Cuando esto sucede ya es parte de la masa, ya no es él y con el paso del tiempo, estará más lejos de preguntarse y pensar en cosas que en realidad son importantes como por ejemplo la pésima situación de nuestra educación y aun peor de nuestro decadente sistema de salud que son dos aspectos importantes para el desarrollo de un pueblo.
Bueno, ¿pero que sucede con quienes logran escapar de estos designios malignos y conspirativos contra la juventud pensante? Pues es simple, con estos tienen que tomar acciones más radicales, pues sus acciones pueden significar una molestia para gobierno y para nuestros opulentos mandatarios, por eso atacan desmesuradamente la educación pública disminuyendo su calidad y recortando presupuesto necesario para su desarrollo, también privan de recursos el arte, siendo un privilegio disfrutar de una buena obra de teatro, una buena película o un buen recital de guitarra. Con el crecimiento amenazante de la urbe nos quitan los espacios en los cuales podemos darle alimento a nuestra alma y estar en paz con nosotros mismos, por que los bosques, y los sitios naturales donde se puede hacer esto ya no existen. Cuando queremos expresar nuestra inconformidad somos reprimidos injustamente por quienes deberían protegernos. La policía no es más que el principal modo de represión que prevalece bajo la justificación de que se debe mantener el orden, no se dan cuenta que todos somos el pueblo. Cuando no son suficientes los policías, nos imponen leyes que impiden nuestra libertad, y cuando no les basta con esto, se empeñan en poner en nuestra contra cuanta persona quieran, tildándonos injustamente de vándalos, desadaptados, sediciosos, drogadictos y últimamente aprovechando el conflicto armado, en el que no tenemos nada que ver y que ellos mismo crean, nos tildan de terroristas.
¿Acaso existe algo más difícil que ser joven? Tener que lidiar con todas estas circunstancias a diario, mientras que al mismo tiempo tenemos que pensar en cómo vamos a subsistir en un país, en el que las condiciones laborales no garantizan una vida digna si no cumples con las condiciones impuestas. Para mí no es fácil, y creo que para muchos a nuestra edad es igual, sin embargo la peor lucha es la que no se da, nuestra energía y vitalidad seguro alcanzara para sortear todos estos obstáculos, todas estas injusticias, y nos podrá dar la satisfacción de ver como todo cambia, seguro que esa será la mejor recompensa a nuestra lucha, a nuestra rebeldía.
Para terminar creo que los únicos que podemos entender nuestro papel y nuestro comportamiento somos nosotros, quitémonos de la cabeza las cosas que nos opacan y dejemos brillar la luz que iluminara la oscuridad en la que estamos inmersos, si todos hacemos esto nadie nos podrá parar y seremos en realidad un fuerza imparable, seremos en realidad la juventud pensante de nuestro país.
por: tuyverdad
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